En la Industria 4.0, los trabajadores ya no formarán parte del proceso productivo, sino que lo acompañarán y optimizarán continuamente, en especial, en la puesta en marcha. El Internet de las cosas es una parte importante de la Industria 4.0, referida a la conexión entre el mundo real y el virtual: las líneas divisorias son cada vez más difusas. Las personas, las máquinas, los productos, los materiales, los procesos y los datos están conectados entre sí.